MEDICO DE CABECERA VERSUS ESPECIALISTA ¿CUAL ES MEJOR?

A mi me gusta comparar el medico de cabecera con Lightroom, que con los últimos avances es más que suficiente para satisfacer cualquier necesidad en el revelado de nuestras fotos digitales.

En Lightroom, con las máscaras, selección de múltiples sujetos, Correcciones de Lente y un largo etc, nos permite hacer un tratamiento de la imagen a unos niveles nunca vistos hasta ahora, además de la ya clásica posibilidad de ordenar nuestro catalogo de fotos de forma muy intuitiva y satisfactoria.

Podríamos decir que Lightroom es un muy buen médico de cabecera, muy válido para curar la mayor parte de las “enfermedades” de nuestras fotos.

Pero ¿Qué pasa cuando una vez ya pasado este primer paso, en una foto determinada queremos aportar un grado de creatividad ó es necesario curar (modificar) una determinada parte de la imagen que con Lightroom ya no es posible.

Pues, en ese caso tenemos que acudir al “médico especialista” es decir Photoshop, en la mayoría de las veces “ese gran desconocido”, que tanto nos impone.

Con Photoshop, procesamos esos detalles, esos aspectos que en muchas ocasiones hacen que una imagen pase de buena a excelente (para nuestros ojos, para nuestros gustos), esos toques con la luz, con los colores, con esas modificaciones imposibles para alcanzar nuestra idea de esa fotografía en concreto.

Se dice que en Photoshop se obtiene un mismo resultado por mil caminos diferentes, yo no diría el mismo resultado, sino muy parecido, cada acción tiene una peculiaridad, cada acción tiene esa impronta según los ojos con que la ven, porque en fotografía como en pintura, cada artista ve una cosa diferente, y ahí radica la grandiosidad de las fotografía y de la pintura, con Photoshop pintamos, ponemos un poco de nosotros en cada foto que procesamos.

Cada día hay nuevas opciones, nuevas formas de intentar hacer lo que queremos (muchas veces sin conseguirlo), ahora lo más novedoso (aunque no nuevo) son las máscaras de luminosidad, máscaras que nos permiten desmenuzar la imagen y retocarla hasta unos límites insospechados, escudriñando cada pixel, cada grado de gris, es como coger el pincel y mezclar las pinturas hasta el punto que creemos alcanzar nuestra idea.

He tenido la oportunidad de adquirir el software de Tony Kuiper (TK9), y poder experimentar con el tratamiento de la imagen, con máscaras que nos permiten seleccionar los pixeles determinados, no sólo por luminosidad (que ya es bastante) sino por tono y por saturación, es decir tener en nuestras manos el control total de nuestras fotografías, aportar nuestra creatividad, un escalón más, ya no sólo es el hardware (cuerpo de cámara, objetivos, etc), la oportunidad de captar el momento decisivo, sino de aportar un grado de creatividad difícilmente alcanzable hasta ahora.

Lightroom no es el oponente de Photoshop, Photoshop es el complemento de Lightroom, Photoshop es como los pinceles y las pinturas al pintor.